El 3 de diciembre, aprovechando
la invitación del Centro de Recuperación de Minusválidos Físicos de Lardero
para celebrar el Día de las Personas con Discapacidad, pudimos vivir con los
alumnos de 2º PIE una jornada de lucha, reflexión y superación.
El Centro que visitamos lleva más
de 25 años en La Rioja y su objetivo es formar a los usuarios que lleguen a
él, buscando nichos de empleo que puedan
desempeñar desde una nueva situación física y/o cognitiva, casi siempre
provocada por un accidente de tráfico y ayudando a reencontrarse y aceptarse
tras las primeras dificultades.
La charla a la que estábamos
invitados, en la que participé activamente como antigua usuaria, estuvo
motivada por la apatía general de los nuevos alumnos del CRMF. Todavía no se han adaptado a su nueva
situación, se les hace cuesta arriba retomar su vida, reengancharse a todo lo
bueno que hay por vivir y la preocupación de los trabajadores del Centro fue
más que evidente, querían insuflar un poco de energía positiva con el objetivo
de que conocieran otras realidades, muy parecidas a las suyas, en las que ha
habido inclusión laboral y personal a fuerza de trabajo y tesón.
Nuestros alumnos, a pesar de no
tener contacto con el colectivo de personas con discapacidad, empatizaron
con ellos comprendiendo sus preocupaciones y las
complicaciones que tienen para llevar a cabo actos tan comunes como vestirse o
salir de vacaciones.
Al final pudieron disfrutar de
una sesión de deporte adaptado, concretamente baloncesto en silla de ruedas,
con el que disfrutaron mucho, pero del que también salieron con muchas agujetas
porque alguno de ellos juega baloncesto tradicional y el uso de músculos es muy
diferente.
Salieron cansados, pero con una
experiencia de vida que la recordarán siempre.